Lo que vendría siendo: nos vamos de ruta campo a través. Y en lugar de un tramping de vuelta en el día, el fin de semana se transformó en toda una aventura. 5 personas y dos perros, y venga a subir y bajar, de meter los pies en barro y de escalar terrenos medio verticales, de saltar arboles caídos y entrelazados,  de apartar ramas y sortear todo tipo de vegetación salvaje. Y de repente se nos hizo de noche, y tras dos horas caminado en la oscuridad (y con casi 10 mas a nuestras espaldas ya) decidimos que lo mas prudente era esperar a que la luz del día nos mostrara el camino. Así que nos pusimos toda la ropa que llevábamos, buscamos un trozo de tierra mas o menos horizontal y a esperar que llegase el día con mantas de supervivencia (si las plateadas esas de las pelis), alguna que otra tiritona y luna llena velando por nosotros. Con la luz del Sol, las cosas siempre se ven distintas y en un periquete (de 5 horas) hicimos el camino de vuelta. Toda una experiencia que casi acaba con el equipo de rescate acudiendo a nuestra búsqueda, si no llega  a ser por una rallita de cobertura que encontramos para decir, estamos bien, solo vamos a retrasarnos unas cuantas horas mas. Moraleja: extra de comida, extra de ropa, aprenderse los mapas a priori y si, mañana me compro una manta de superveniencia.

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