...me reconcilio con el mundo. Porque me levanto pronto y no llueve, y me encuentro mucho mejor después de tres días malita, y desayuno un té con tostadas y mermelada de melocotón. Y además, mi alemán viene a por mí y me lleva al aeropuerto, y  me dicen que me van a arreglar las maletas, y luego me lleva al supermercado y me paso una hora eligiendo las cosas que quiero llevarme a casa, y compro manzanas, y kiwis, y plátanos, y brécol fresco, y cebollas y ajos. Y luego me lleva al Instituto y como sushi de salmón, y me preparo un café calentito, y me dedico un par de horas a leer un artículo que me enseña cuál es mi zona de estudio, y empiezo a aprenderme algunos nombres, como la plataforma de Campbell, o la Corriente Circumpolar Antártica. Y más tarde decido que me voy a casa, y cojo el autobús y de camino recuerdo que hay gente que conozco trabajando en el puerto, y me dejo caer por allí, y se hace raro ver caras conocidas a este lado del planeta, pero sonrío. Y después de un rato de charla los dejo trabajando y con la promesa de mañana unas birras, y me voy a mi sitio de internet gratis a pegarle una pequeña paliza al wi-fi, y mientras estoy "surf the net" recibo una llamada, sigues por aquí? Te ape una birra? Pues claro, y da igual que haga años que no haya hablado contigo, y que nunca hayamos cruzado más de 10 minutos de conversación, porque una cerveza es siempre bien recibida y sienta tan bien echarse unas risas frente a frente, y al final, tienes razón, si nos gusta la mar asiempre acabamos encontrando un punto en común, y sienta tan bien!! Y luego de subida a casa, todavía con esa sensación rara que dan las calles desconocidas, veo Orión al revés, y la Cruz del Sur, y vuelvo a sonreír. Y llego a casa, y el salón está calentito, y mi compañera de casa me dice si hay algo especial que quiera hacer o conocer, y le pregunto por algunas cosas de la ciudad, y nos pasamos un rato hablando, y acabamos echándonos alguna que otra risa, con un té de por medio, y con un semi plan para el fin de semana. Y me voy a dormir y hablo contigo, y eso siempre me hace sonreír, y decido que voy a escribir un post, y justo ahora recibo una llamada inesperada, y sonrío de nuevo, y sí, definitivamente hoy me reconcilio de nuevo con el mundo.


...I reconcile myself with the world. Because I wake up early and is not raining, and I feel much better after three days sick in bed, and I breakfast tea with toasts and peach jam. And my German friend gives me a ride to the airport and at the airport they promise me to fix my damaged luggage, and then we go to the supermarket and I spend a whole hour choosing what I want to buy, and I buy apples, and kiwis, and bananas, and fresh broccoli, and onions, and fresh garlic. And then we go to work and I eat salmon sushi, and I make myself a warm latte, and I spend a couple of hours reading a paper which shows me where is my study area and I learn some names as Campbell Plateau and the Antarctic Circumpolar Current. And after that I decide to go home and I take the bus, and while driving back home I remember that there are some people from Spain working at the harbor, so I pass by and it is so strange to see familiar faces at this side of the world, but I smile. And after a while of talking I leave them promising some beers for tomorrow and I go to my favorite free Wi-Fi place and while I’m “surfing the net” I get a called: are you around? Are you keen for a beer? Of course, and I don’t care if I haven’t talked to you for the last 10 years, or if we have never talked for more than 10 minutes, because a beer is always welcome, and it feels so good to be able to laugh face to face!!, and you are right, if we love the Sea we will always have a common point, and it feels so good!!. And then walking back home, still with this strange feeling of the unknown streets, I can see Orion upside down, and the Southern Cross, and I smile again. And when I arrive home the living room is warm, and my flat mate asks me if there is anything that I would like to know or to do around the city, and we spend some time talking and having some good laughs, with a cup of tea and a kind of a plan for the weekend. And I go to bed and I Skype with you, and this always makes me smile, and I decide to write a post, and just now I get an unexpected call, and I smile again, and yeah!, definitively I reconcile myself with the world.